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sábado, 5 de diciembre de 2009

¡SORPRESA!


Buuuuuuuuueeeeeeeeeeeno: ¡lo he conseguido! He necesitado tres años para volver a escribir en este blog. Tres intensos y desafortunados años. Pero mira: aquí estoy otra vez.


Voy a saludaros como debe ser: ¡Hola! es suficiente.


Mi amigo Polo ha insistido mucho en que volviera a escribir en este, mi primer blog. Una de las razones que esgrime es que vosotros sus amigos-lectores me vais a leer a mí también y que me pondréis comentarios y estableceremos una bonita y entretenida relación bloguera.

Yo creo que el pobre necesita ayuda ya que es el único y verdaderamente incondicional lector que tengo. Polo dice que le gusta como escribo (pero dice muchas cosas bonitas de mí solo por animarme) y quiere que me conozcáis ya que considera que estoy cerrada en un circulo muy solitario. Y lleva razón.


Sí: esa sonriente gordita y despeinada señora de arriba soy yo. No, no llevo el pelo así habitualmente; es que hacía viento. Bueno, en realidad, YO estoy dentro de ella y lo único que identifico como mío es la sonrisa y el color del vestido. Lo demás ha ido evolucionando a su aire sin el más mínimo consentimiento.

¿Que por qué he puesto la foto? No lo sé. Creo que porque he decidido hace unas horas quitarme la máscara. Estoy pensando hacer una cosa a ver si lo consigo.

Ahora vuelvo.

(sin duda, hoy es mi día de suerte: he conseguido copiar sin ningún problema lo que escribí anoche en otro blog y aquí está. A ver que me decís)

Yo no se si es mi karma particular o es generalizado.

Sin querer ofender a Dios y reconociendo que habrá muchas personas en peores circunstancias, hoy por hoy no puedo decir nada más que, ¡QUE VIDA MÁS PERRA ME ESTÁ TOCANDO VIVIR!. Estoy casi segura que me equivoco en muchas cosas, pero no sé cómo poner remedio. Todo sale mal. La soledad y la pereza me invaden; se han apoderado de mi. Me siento atrapada en un cuerpo, en una vida, en un mundo que cada vez me resultan más extraños (Lo mismo me estoy volviendo locuela). Tampoco tengo ganas de escribir. Siempre digo lo mismo. No tengo nuevos temas.

Quiero crearme mi propio cielo. Que tampoco es tan complicado: mi cielo es muy sencillo. De momento quiero que el hombre al que amo profundamente quiera estar conmigo. Es un deseo, que, aunque parece común frecuente y pueril, está resultando muy difícil.

Ningún hombre al que haya amado, ha querido en ningún caso quedarse conmigo y mira que he hecho méritos (pongo méritos en cursiva porque seguramente los he hecho mu malamente) y ya no tengo más gana de hacer méritos. Ya no quiero ser buena. Quiero ser YO. Y me temo que ser YO no me va a traer al hombre que amo. ¿O sí?

De todas maneras, ser YO es una necesidad vital. Quitarse la máscara es arriesgado. Sin máscara da susto porque ya no hay nada que ocultar. Ya no hay secretos ni cartas en la manga... ... ... (los puntos suspensivos es que estoy pensando) ... ... ... (y concluyo) Pero cuento con la VERDAD, (MI VERDAD). Esto, por definición, tiene que ser bueno. Aunque desconocido incluso para mí. ¡Que fueeeeeeeeeeeeeeeerte!

Bueno; supongamos que lo consigo. Soy YO tranquilamente, sin miedos, pasional, idealista, rigurosa, valiente, vehemente, intolerante con la torpeza, con la simpleza, cruel con los intentos de manipulación (Esto no trae nada bueno, que lo sé, pero empuja, empuja como si quisiera nacer; es como un parto de mi misma), tierna, dulce, inocente, alegre, sensible.... .... .... pero inteligente. Es una carga ser inteligente y no tener éxito social. ¿O no tengo éxito social porque soy inteligente y eso, mezclado con la pasión y la vehemencia y mi particular sentido de la justicia, resulta insoportable para el común de los mortales?

Yo también pertenezco al común de los mortales... ... ... ...¿Hay más mortales como yo? ... Seguro que si, pero ¿dónde? En algunas ocasiones me he encontrado con almas compatibles. Teníamos algo en común, me he sentido tan identificada, en sensibilidad, en inquietud, en ideales, en valor, en belleza, en pasión. Pero ellos conmigo, no. ¿Será que yo he visto en ellos algo que ni siquiera ellos conocen de si mismos?. Esto ya es misticismo y esto es pasarse de lista. ¡Y un huevo! (Aún en el supuesto de ser YO, me asusto de lo que puedo decir en un momento dado). Es lo que siento y lo digo y no tengo que explicarlo. Y tampoco tengo que responder a críticas vacías. El asunto está en barajar con eficacia esos inevitables momentos sociales, de los que huyo, sin querer creérmelo, huyo. No quiero darme. Ya no más.

Todo esto contribuye a estar en el cielo aunque parezca que no.

(Esto fué anoche, como os digo)

Hoy, ese hombre al que amo profundamente ha decidido hacerme ver con cruel claridad que nunca vendrá conmigo, que no me ama, que nunca me ha amado y que nunca me amará, de manera que dispongo de un profundo amor que no tiene destinatario. A ver si averiguo esta misma noche como quedármelo para mi. ¿Cómo se hace eso? ¿Lo sabéis?