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jueves, 24 de diciembre de 2009

Me queda un trago que pasar

Esta noche, es noche buena y mañana Navidad, esta noche, es noche buena y mañana Dios dirá.

Y otra vez navidad, me da la sensación de que estoy en un bucle del que no puedo salir, Dios sieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeempreeeeeeeeeeeeeeeeeee lo mismo. Dicen que estoy deprimida, dicen que tengo agriado el carácter, me toleran y soportan doliéndose de que ya no tengo remedio, que habrá que aguantarame así ( menos mal, algo hemos ganado).

Lo cierto que desde mi perspectiva interna, lo veo justo al contrario. Es a mí a quien le da pena ver a mis seres más queridos atrapados en las pautas que marca el sistema, no se dan cuenta, siempre pretendiendo alcanzar las cotas de consumo, belleza, moda, salud, éxito, sin conseguirlo; claro. Y siempre con el consiguiente substrato de frustración, que no se puede reconocer y que hay que tragar con mucho alcohol. Esto, señores, es lo normal, lo correcto, lo aceptable.

¡Como llueve!

En realidad lo que yo quería era desearos felicidad, pero no la felicidad artificial de sentirse integrado en sistema, sino la sencilla paz y felicidad de reconocer quienes somos. Esa que te aporta armonía para aceptar y respetar lo que sucede alrededor, esa que te convierte en un Ser útil y beneficioso aunque sea a largo plazo. Esa que es la que realmente te da belleza y salud, esa que no necesita dinero, esa que pone a tu disposición risas y alegría.

Siento, mi querido Polo castigarte con mis cancioncillas, no las voy a quitar, a mí me gustan. No alcanzo a comprender tu censura, si a tí no te gustan; no las escuches, pero no me tapes la boca. Te recuerdo que hay muchas cosas de mí que no te gustan, pero; es que no tengo que gustarte. ¿Aún no has entendido que tengo una obligación conmigo? Ser YO.

Besicos