Pues ya tengo un localizador de lectores chulííííííííííííííííííííísimo, gracias a la paciencia de mi querido amigo Polo y de su homónimo cordobés El que dirige, al que hemos despertado de su merecido letargo dominical y que, altruístamente nos ha regalado su sabiduría informática y su voluntad de alternar entre comentar tanto películas como discos e incrustarnos en vena las instrucciones para la instalación de dicho localizador. Hay que advertir que, dada la hora, todos andábamos sumergidos en el mismo letargo. Y, a su vez, mi hija no ha parado de subir, bajar, llamar al timbre, pedir dinero, preguntar cosas del todo incomprensibles para nuestra mente saturada de datos, códigos, direcciones y amenizados por la reiteración (SIETE veces - y la séptima en francés) de la última secuencia de la película El marido de la peluquera. Gracias, amigo El que dirige: has sido útil y eficiente y, sobre todo, muy amable. En estas circunstancias, para nosotros, ha sido un verdadero milagro. Todo esto ha transcurrido en cinco minutos.
¡Ahora solo me faltan lectores!
domingo, 27 de diciembre de 2009
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