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domingo, 3 de enero de 2010

Día tercero del año diez del segundo milenio


¿Qué por qué pongo la fecha así?

Para hacer referencia al año DIEZ como lo más de lo más, la nota más alta, lo mejor. Y que sirva subliminalmente de calificativo para lo que suceda en el transcurso de sus días.

Hoy tengo otra efemérides bastante importante. Hace 24 años que nació mi nenita. Mi nenita fue un bebé. En esos días apenas podíamos separarnos, éramos un apósito una de la otra.

De cómo ha ido evolucionando su independencia; primero física. Después ética.
Con una intención de honestidad total por mi parte, aún a riesgo de resultar excéntrica para el entorno próximo, para el sistema e incluso para ella, (ya que me pedía instrucciones concretas para la vida y yo no se las daba). No había instrucciones concretas, no había dogmas, ni tradiciones añejas que cumplir, había que crearlo todo. Lo que suponía abrir un abanico de posibilidades que ella tendría que descubrir, conocer y elegir, siempre contando con mi consejo y experiencia ¡claro está! pero sin intervenir. Así intenté mostrarle la parte menos amable de la LIBERTAD; condición indispensable, desde mi punto de vista, para una vida plena y que no es fácil de gestionar.

Para llevar a cabo esta empresa, necesitábamos las dos mucho conocimiento de todo; las matemáticas nos permitían entrenar la mente para un buen razonamiento, la lengua nos daba una herramienta para comprender y hacernos comprender… de esta manera le dimos sentido al arduo trabajo del estudio. ¡Merecía la pena!

Ya en este camino fuimos observando como a medida que se ampliaba nuestro conocimiento, nuestra capacidad de percepción era mayor y que había muchas cosas a nuestro alrededor que nos producían placer, fue entonces cuando tomamos posesión de la BELLEZA. Y desde entonces nos acompaña y rodea.

Un momento especialmente significativo fue cuando descubrió la Filosofía. Doy gracias al cielo porque le tocó un profesor que supo transmitirle la trascendencia de esta disciplina. Manteníamos largas e interesantes conversaciones sobre Platón, Sócrates, Descartes o Nieztzsche.

Y de esta manera empezó a encauzarse su independencia ética y moral.

Ahora estamos a punto de culminar una vertiente definitiva en la consecución de la independencia total. La económica. Mi nenita está acabando la carrera. Y pronto se enfrentará al mundo profesional. Y aquí estaré, ¡de esto si que sé, esta es mi especialidad!

Y esto que os he contado y que no es más que la experiencia de la maternidad, es sin duda lo más apasionante entrañable y divertido que me está pasando en la vida. Tengo que decir que he tenido mucha suerte. Mercedes es ya una mujer única.

¡Feliz Cumpleaños mi vida!

(Ahora andamos buscando el AMOR)