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domingo, 31 de enero de 2010

¡Carambita con la crisis!

Mi nena sigue esquiando y hace estas fotos de la Sierra. No sé qué hacer para ponerlas mejor




1871 DZP necesita atención. Se queja continuamente; con razón, la criatura, ora las ruedas, ora las luces, todo ha sido atendido, ¡Gracias a Dios! y como culminación de mi atención y mimos a DZP ¡lo he llevado a limpiar!
A las once lo llevé, como concertamos previamente el chaval del lavadero y yo.

- ¿A qué hora lo recojo?
- A las 12.30 ¡exactamente!
- Pero…
- No hay aparcamiento, si no viene a la hora en punto será un problema…
- Bueno, bueno… comprendo. Aquí estaré.

¿Que hago yo, hora y media sin DZP?

Mi mente que iba por su lado trayéndome todas las penurias del mundo, para amargarme la existencia. Mi cuerpo con los biorritmos un tanto lentos y Yo por otro lado intentando establecer una coordinación armónica entre tiempos medios y tareas, formábamos un conjunto interno tan turbulento que el entorno exterior parecía totalmente ajeno. ¡Ya! a esto se le viene llamando colgaera. Qué se la va a hacer, habrá que aceptarlo.

Consigo distraer mi mente con un cálculo matricial para establecer la optimización de la situación, decretando lo siguiente:

1º Busco una cafetería con terracita.
2º Me tomo un café.
3º Hago la lista de la compra.
4º Compro.
5º Recojo a DZP.
¡Genial!

Encuentro la cafetería adecuada, con la terracita, que reunía todas las condiciones. Incluso me daba el sol, que salía tímidamente entre nubes, que después se disiparon. ¡Bien!

Ataviada como si de la Antártida se tratara, sin duda, afectada por el microclima canalla del Pozo y sin contar con el regalo del sol, empiezo a notar una sensación novedosa de no frío.

Me dispongo a concentrarme para ver qué voy a necesitar durante la próxima semana, con el objeto de hacer la compra con recato... cuando noto un silbato pertinaz que llama poderosamente mi atención. Levanto la mirada y ¿qué encuentro?… un partiasso de baloncesto de ¿Alevines? ¿Infantiles? No se muy bien, pero eran muy, muy pequeños (literal).

¡Esa infraestructura! su mesa arbitral, su arbitro, su cancha reglamentaria. ¡Esas equipaciones! ¡Esos padres entregados! ¡Santísimo Cristo de la Yedra! Cruzar la pista botando el balón ya suponía todo un reto; encestar impensable…. La NBA tendrá que esperar, voluntad y entusiasmo hay; pero hacer cantera… ¡Va a costar! (JAJAJAJAJAJAAJA)

Entre el sol, el cafelillo caliente y la desesperación del partido… La sensación de no frío se convirtió en calor. ¡Me voy! Como una exhalación me levanto (con lo bien que estaba en la terracita tomando en sol) pago y me dispongo a cumplir el punto 4. Pero... ¿para qué voy a ir a comprar antes de ir a por DZP?, a la velocidad del rayo reestructuro el plan previsto; mejor lo recojo y después compro. Pero... aún falta una hora… ¡Voy a dar un paseo!

Lo menos siete vueltas le di al barrio vip, no quería alejarme demasiado del entorno, a ver si después de todo voy a llegar tarde a recoger a DZP, ¡Capáz soy! (JAJAJAJAJA) Observé lo bonito que estaba, había grandes zonas de jardines llenos de céspedes. En el ambiente mañanero lo que más abunda son jóvenes padres y madres paseando con sus preciosos retoños, muy bien abrigaditos, deportistas con equipaciones de toda índole y gente comprando en una gran variedad de tiendas.

Ni que decir tiene, que como fondo espectacular disfrutamos de un cielo, ya sin nubes; azul, un sol radiante y Sierra Nevada preñada de nieve. ¡Impresionante!

Hice una selección de tiendas para ver cual de ellas me llamaba más la atención y el premio se lo llevó una pequeña frutería que parecía de juguete ¡que cosa más bonita! las frutas todas ordenaditas muy limpitas, expuestas en la puerta, una pizarra negra con las ofertas del día anotadas con tizas de colores, todo muy sencillo lleno y de color. Un toldito que coronaba el escenario con un letrero que ponía; FRUTERIA ¡obviamente!
Me senté un rato en el parque entre naranjos, (ahora con naranjas) y pensé;
¡que agradable es todo!

Con una sonrisa de oreja a oreja, más feliz que un niño con zapatos nuevos, fui a recoger puntualmente a DZP, ¡Dios, parecía otro! ¡Que bien le había sentado el baño!

- ¿Cuanto es?
- 30€
- ¿ein?

La sonrisa se tornó, en esa expresión de gilipollez congénita que me caracteriza cuando surge algún desafortunado imprevisto; ¡me había gastado el disponible de todo el fin de semana, en DZP!

¡OH MY GOOD!

sábado, 23 de enero de 2010

¿City or Country?

Es curioso: la vida como es. Yo no se por qué no encuentro sosiego; lo único que parece factible es seguir sola. Parece que no puedo esperar nada. Y sigo esperando.

Si pudiera emplear el método inductivo para hacer este relato….

Nada; por más que pienso cómo hacerlo… no me sale: siempre acabo con el método deductivo.

Voy a hacer un análisis de los lugares donde he vivido teniendo en cuenta el grado de consecución del estado de bienestar, que clasifico en cuatro niveles. A continuación estableceré mis preferencias.

Estado de bienestar nivel 3: Más de 100.000 habitantes. Infraestructura de gran ciudad. Campus Universitario. Monumentos. Museos. Teatro. Conciertos. Gran variedad de ambientes. Centros comerciales. Gimnasios.
- Granada y Marbella (Málaga).

Estado de bienestar nivel 2: Más de 10.000 habitantes: 4 Institutos. Hospital, Escuela de idiomas. Conservatorio. Cines (cuatro salas). Instalaciones municipales incluso para teatro. Locales con posibilidades de música en vivo. Bares y restaurantes de toda clase. Hoteles y Parador Nacional. Monumentos. Paisajes increíbles.
- Ronda (Málaga)

Estado de bienestar nivel 1: Más de 1.000 habitantes: Un instituto. Centro de Salud. Cibercafé como máxima expresión del desarrollo tecnológico ¡y punto pelota!
- Ugíjar. (Alpujarra Granadina)
- Pozo Alcón (postrimerías de la sierra de Cazorla, Jaén)

Carencia total de estado de bienestar: Menos de 100 habitantes incluidas las cuatro abuelas vecinas mías y yo. Paisajes increíbles, naturaleza viva. Fuego; chimenea como único medio de calentar la casa. Agua, pilón de agua con un glun, glun, glun permanente. Casetita (con su chimeneilla y todo) para culto específico de las ánimas benditas, iluminada noche y día, conservada y limpia con flores por dentro y blanqueada por fuera, por una delegación de vecinas y por las aportaciones de velas del resto del vecindario. Floración de árboles frutales, flores, frutos, colores, olores, golondrinas, nidos de golondrinas, ovejas, burros y mulos, salamanquesa inquilina, arañas inofensivas y moscas mutantes inmunes a cualquier tipo insecticida.

Viví en una casa típica de la zona, acondicionada por la eficaz sutileza de unos ingleses afincados allí, que, respetando lo autóctono, optimizaron las posibilidades de confort con armonía y sencillez. Era muy bonita por dentro y por fuera. En la parte de abajo que era la cuadra, se encontraba, digamos… la sala de estar con dos sofás, una mesita, una alfombra y la chimenea como todo mobiliario, separada por el hueco de la escalera; una zona de estudio o despacho. En el primer piso teníamos la cocina-comedor en la que había una ventana orientada al este por la que veía salir el sol y un portón también con ventanita por la que veía un pequeño huerto lleno de almendros con su espantapájaros, el pilón de agua y la casetita de las ánimas benditas con su luz parpadeante. También separado por el hueco de la escalera (encima del estudio); el baño. En la parte superior; el dormitorio: cama, dos mesitas de noche una alacenilla hecha de madera y una terracita preciosa dominio privativo de las golondrinas y la salamanquesa. ¡Ah! Y una leñerilla anexada a la cuadra (sala de estar) donde habitaban las arañas.
La lucha diaria para encender y mantener el fuego, las siestas en medio de ese ruidoso silencio, mis ratos de lectura y escritura cerca de la chimenea, (si te alejabas; chungo)… Estoy hablando de mis días en Mecína Alfahar, también conocida como Mecinilla (Alpujarra granadina).

Creo que no hace falta establecer más preferencias.

¡Jesús, María y José¡, se me olvidaba mencionar los despertares con el canto del gallo; ronco, y a destiempo ya que dificilmente coincidían sus necesidades de expresión con tus horarios. Y del sonido de la campana de la iglesia,que te informaba puntualmete de las horas y de los cuartos, durante el día... Bueeeno, había que pararse y prestarle una atención especial para contar las campanadas ya que si se te pasaba alguna, ¡ya ibas mal!. Pero a partir de las 8 de la tarde, la cosa se ponía inquietante. ¡Señor de los espacios infintos! ¿toda la noche con este sonsonete? Curiosamente, en mi caso particular, a partir de las 23.00 horas ya no escuchaba absolutamente nada. Llegué a preguntar; ¿es que por la noche no toca la campana?. ¡No! la campana seguía su función, era mi capacidad de relax la que me permitía dormir a pierna suelta, ajena a cualquier evento exterior.

lunes, 18 de enero de 2010

Fines de semana

Sí, me gustaría escribir algo interesante, Polo me sugiere que escriba o describa la incidencia económico-afectiva-emocional que suponen los fines de semana para los humanos del Primer Mundo.

Me he dado una vuelta por el entorno bloguero más cercano y resulta que estamos ante un monográfico de cine, listas de las mejores y peores películas del año, añoranzas de salas que ya no existen…

He visitado otros entornos más lejanos, he seguido el criterio de ver quiénes son y de qué escriben los que coinciden con el nombre de mi blog, Necesidad de expresar. He escogido una muestra que intuyo que es significativa. Y el resultado es este: el 90% son mujeres; de este 90%, la mitad, su necesidad de expresar consiste en vomitar el dolor por la falta de atención de sus parejas hombres… (No funciona: el modelo de pareja heterosexual no funciona; hay que revisarlo) La otra mitad expresa la alegría de ser madres (embarazo, parto, bebé). Esto no nos lo quita nadie ¡gracias a Dios!

Bueno y complaciendo a mis fans, que incluso me piden que escriba de temas concretos (¡Yo alucino!), ¿qué hacíamos un fin de semana típico las criaturas alienadas por sistema?

A ver. Haciendo memoria… El viernes, la gente se dedicaba, en mayor o menor medida, a salir del trabajo e ir a festejar ¿adónde?; a un bar ¡por supuesto! ¡Esas servesillas...! Se mediocomía de tapitas y se reía mucho y se contaban los avatares de la semana. Sí, sí: recuerdo, sí. Este era, si no el mejor, uno de los más ansiados momentos del finde.

A partir de aquí había varias modalidades según la época, pero salir a cenar con los amigos el viernes por la noche ¡no nos lo quitaba nadie! Ataviados con nuestras mejores galas a la ultimísima moda (monísimas ellas y elegantísimos ellos) e inmersos en una feria de perfumes supercaros.

Modalidad A:

Hay que hacer la compra de la semana.
Sábado: Ya nos levantamos malamente porque, después de la cena en el restaurante más último y vanguardista del momento, había copita u copitas. Desayunito en familia, arreglo superficial de casa… Y a comprar. Y vuelta a la servesilla del medio día. Comíamos en casa. Mientras colocábamos la compra, cocinábamos las exquisiteces que habíamos traído. Comíamos; y aquí viene otro gran momento: la siesta del sábado. ¡Qué gusto! ¡Qué placer! En esta modalidad, el sábado solía terminar en casa de algunos de los amigos; pelis, manjares varios y, relativamente temprano, a casita. Entonces se manifestaba la protocolaría actividad sexual de la semana.

Domingo: era el último y único día de descanso. Paellita, siesta y preparativos para la semana. Siempre ha resultado antipático el domingo por la tarde, pero, en realidad, era un transito para recobrar la cordura.

Modalidad B:
Sábado: nos vamos a esquiar. No, no a esquiar, no. ¡Cuánto preparativo! ¡Qué trabajazo! ¡Qué dineral! ¡Qué agujetas! Pero merecía la pena: lo pasábamos bien, siempre íbamos en tribu (con niños incluidos) y, por supuesto, haciendo alarde de un gran estilazo esquiando.

En esta modalidad, el formato del viernes no variaba mucho; solo que se acortaba la actividad cervecera, ya que las compras había que hacerlas el viernes por la tarde. No salíamos de cena; lo mismo íbamos al cine con sus correspondientes servesillas posteriores, indispensables para comentar la película.


Modalidad C

Todo igual, solo que el sábado íbamos a la playa o a La Alpujarra o a cualquier sitio que se nos ocurriera donde hubiera lago interesante, pero siempre para volver en el día.


Omito conscientemente los sábados que teníamos que ir a punta de pistola a comer a casa de los suegros. Distorsionaba bastante el buen rollo.

Y ahora la conclusión: ¿cómo afectaban estas actividades? No tengo buenas noticias. Económicamente, afectaban mal: gastábamos mucho en divertimentos, de los que ahora sé que ese puede prescindir. Solo he descrito los fines de semana estándar, pero también había puentes y vacaciones y fiestas y regalos…

Afectivamente; también mal, ya que teníamos tantas cosas superfluas que hacer que las relaciones importantes se abandonaban o postergaban. Se cuidaban más las relaciones sociales. ¡Error!

Por último, emocionalmente, puede que nos sintiéramos muy vigentes y eso satisfacía el ego, pero la retroalimentación inter-parejas (no sé si me explico) dio al traste con las parejas primigenias. ¡Todos nos separamos! ¡Qué desastre!

Mis fines de semana de ahora son distintitos, pero ¿mejores?. ¡Jajajajajaja!

miércoles, 13 de enero de 2010

Mudanzas y otros

Después de leer muchas opiniones y vivencias sobre si alquilar o comprar una vivienda y del engorro que suponen las mudanzas, he mirado mi propio ombligo y veréis resultado:

Antes del gran triunfo que supuso la adquisición de mi bonita casa de Granada, tuvieron lugar tres mudanzas estructurales, es decir; de desembarco. Posteriormente y debido a las características de mi trabajo, se han producido…

A ver: Ronda, Marbella, Mecina Alfahar (en la Alpujarra), Ugíjar (también en Las Alpujarras) y, ahora, Pozo Alcón (Jaén). Es decir: cinco mudanzas coyunturales y parciales ya que, mi casa de Granada sigue abierta y funcionando; vuelvo a ella los fines de semana y en vacaciones.

He colaborado activamente en las mudanzas de todos y cada uno mis novietes. Ahora lo pienso y me da risa, pero la cosa tiene miga. El proceso que se produjo en los tres casos fue el siguiente:

Fase previa: Comentarios y lloriqueos sobre la necesidad de mudarse
Fase primera: Intimidad
Fase segunda: Encargos y delegación de tareas
Fase tercera: Mudanza y puesta en marcha su nuevo hogar
Fase cuarta: “No te quiero” (se acaba la historia)

¿Tendré un cartel en la frente que dice Si ti tienes intención de mudarte, sedúceme?

Lo más curioso es que la cosa ha ido a peor. Con el primero, fui yo solita la que ofrecí mi experimentada colaboración. Que fue aceptada, sin más. Con el segundo, No solo me ofrecí. A este hombre había que empujarlo. La criatura no se decidía a dar el paso ¡y necesitaba cambiar urgentemente de vivienda! Se resistía por innumerables miedos y resquemores que ayudé a disipar activamente con la energía, el optimismo y la hiperactividad que me caracterizan. Allí estaba ella, dispuesta a lo que hiciera falta. ¡Muebles, ajuar, cortinas, decoración! ¡Fué divertido!

La apoteosis final (espero) ha sido el último. Aquí la entrega ha sido total. Mi aportación (cómo diría él) ha tenido rasgos de mecenazgo y no es conveniente comentar mucho más, ya que aún no me hace gracia.

Ahora y visto lo visto, en cuanto algún osado pretendiente comienza su actuación con cualquier tipología de lloriqueo, ¡huyo!

Para esta frenética sucesión de idas y venidas y de portes gratuitos he contado con cuatro coches que he comprado nuevos, los he paseado por gran parte de la Andalucía profunda, les he metido unas tracas impresionantes diarias, siempre han dormido en la calle y han muerto en el ejercicio de sus funciones. ¡Pobres!

Otro día os contaré (literal) los novios, novietes, medio novios, no-se-sabe-bien-qué… ¡Ah! Marido y amantes que, hasta ahora, han pasado por mi vida.

Recuento de datos:
Alquileres........8
Propiedad.........1
Hipoteca..........1
Mudanzas.........14

NOTA:
-
Novietes, medio-novios y no-se-sabe-bien-qué son distintas categorías de relación. Que, aunque el concepto no ha cambiado, sí la nomenclatura, con el fin último, a mi entender, de ir aminorando sucesivamente el grado de compromiso. (Programación neurolinguística)

lunes, 11 de enero de 2010

A mis lectores anónimos:

Una de dos: o mi súper-localizador de lectores se ha estropeado o me estáis leyendo desde muchos sitios, ¡aaahhhh, que bien!

A ver; Madrid, Málaga, Ronda, Arroyo de la Miel, Marmolejo, Torreperogil. Deduzco que el lector de Falls Church, eres tú; Squirrel, porque si tengo otro lector en los Estados Unidos de América ¡ALUCINO!

Ya que me leéis ¿por qué no me saludáis?

Yo lo haré. Ser consciente de que reparáis en mis cosas me llena de orgullo y satisfacción. ¡Noooo!, no es un chiste fácil, esta expresión define realmente, ¡vaya!, lo que siento cuando veo latir vuestros corazones. ¡Jesús, la frase no tiene desperdicio!
De manera que me apetece mucho saludaros y animaros a que me escribáis algo, lo que queráis, cómo queráis, tanto si os gusta como si no os gusta, todo me sirve para aprender.

¿Cómo habéis dado con mi blog?; ¿Por casualidad?, ¿Alguien os lo ha comentado?... ¡Decidme!

Ya se ha terminado el tiempo de escribir, hoy. Tengo muchísimas cosas que hacer y si no las hago volveré al bucle.

Bueno, lo dicho; recibid un afectuosos saludo de Marianma

Aclaración:

Ver latir vuestros corazones es una metáfora, con la que me refiero al mapita de arriba. Cuando estáis en línea sale un puntito verde parpadeante indicando el lugar desde donde me leéis. Y cuando os vais, se queda un puntito rojo. ¡Parece mismamente vuestro corazón latiendo! A mí me resulta emocionante,pero dicho a palo seco creo que resulta empalagoso.

viernes, 8 de enero de 2010

Cuando me quejaba del bucle, ¡me refería a otra cosa!

JAJAJAJAJAJAJA, me río. ¡Es más efectivo!

El bendito segundo trimestre ha dado comienzo un jueves, en concreto el jueves 7 de enero (mu mal día), resulta que el bendito instituto donde imparto mi sabiduría se encuentra ubicado en Pozo Alcón (Jaén), lo que me obliga a abandonar mi confortable entorno granadino el mismísimo día 6 por la tarde, después de la copiosa comida familiar de Reyes.

Mi nenita también se va a los madriles al mismo tiempo. De manera que nuestras vidas vuelven a dar un cambio impresionante. Yo me había cargado de serenidad y energía para lo que hiciera falta, pero no había contado con un imprevisto más… ¡la nieve!

No importa; tengo cadenas, (alguien me ayudará a ponerlas). Pero la cosa se complica…

Ha caído la madre de todos los nevazos, en el Pozo (me refiero a Pozo Alcón); ¡toooooda la noche nevando!

Desde las 7 de la mañana levantada en mi piso del pueblo; me dispongo a ir al instituto, por supuesto en mi coche. A medio camino noto que se atranca, que no puede seguir andando... bueno voy a poner las cadenas, algún día tenía que ser, venga ponte a ello. ¡Qué va! Ni palante ni patrás, ¡me rindo! Mejor fúmate un cigarrito, tranquilízate, a ver que se te ocurre…

Estando en esta tesitura, de nieve hasta los ojos, en un desierto blanco poceño aparece un ángel del cielo; Agustín el taxista. En un primer momento quiso pasar del cuadro, pero no pudo la criatura ¿Qué hará esta mujer con esa carilla de desesperación-pena-abandono-con ciertos matices de gilipollez, fumando, a estas horas y con la que está cayendo? Picó, se acercó y preguntó discretamente, ¿le pasa algo? En menos de un minuto le había contado sin orden ni concierto todo lo que me pasaba por la mente, y repetía constantemente: ¿sabes poner las cadenas?, ¿has puesto cadenas alguna vez?, ¿me ayudas a poner las cadenas? ¡Cadenas, cadenas, cadenas de forma compulsiva!

Pero la amabilidad de Agustín el taxista no incluía ninguna actividad relacionada con cadenas. Mientras yo terminaba el cigarrillo, Agustín culminó una vuelta de reconocimiento general del estado de la situación y del coche empotrado en la nieve. Una expresión de alegría inundó su rostro, ¡no hacen falta cadenas mujer! Lo que pasa es que se te ha pinchado una rueda. Por empatía y afectada por un gélido aturdimiento yo también me alegré.

Minutos más tarde volvió a mi cara la expresión (irresistible al parecer, para Agustín el taxista) de desesperación-pena-abandono, pero esta vez con un marcado perfil de idiotez congénita. ¿Qué me estás contando?, exclamé. Y empecé también compulsivamente a emitir sentencias de este tipo; ¡A burro flojo mucha carga! ¡Lo que le faltaba al altarico! ¡Dios mío que te he hecho yo! ¡Saulo, Saulo por qué me persigues! OOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMMMMMMM.


No te preocupes mujer si quieres yo te llevo al instituto, dijo Agustín el taxista… ¿Al instituto? ¿Quién piensa ahora en el instituto? (decía yo para mis adentros) y curiosamente salió un dulce ¿serias tan amable?, te lo agradecería mucho. Y allá que emprendimos la marcha hacia el susodicho instituto.

Una vez allí, entré como una exhalación, informé rápidamente de las peripecias acaecidas y de que un amable señor me estaba esperando para llevarme a casa, se ve que con cierto sentido del humor, porque observaba cómo levantaba expectación entre mis compañeros que reían. ¡Claro!, mi aspecto era mismamente el de un pollo desplumado. ¡Vete, vete; las clases se han suspendido! Exclamó la directora, por una vez y sin que sirva de precedente. Esto ocurría en el transcurso de minuto a minuto medio.

Una vez de vuelta al coche de mi particular ángel de la guarda, me percaté de que mi aceleramiento no se correspondía en absoluto con los ritmos de las demás criaturas. Relájate, me dije, total ni tienes prisa, ni la situación lo requiere, a penas son las 9 de la mañana y en Pozo Alcón si no trabajas, lo que más tienes, es tiempo.

Debido a la hipotecosis, el cash anda escaso, y ahora… ¿cómo arreglo el coche? De sobra sé que hay que cambiar las ruedas, no es un simple pinchazo, convendría ir a Granada allí en mi taller de confianza Rafa el mecánico me dirá lo tengo que hacer y como pagarlo. ¿Cómo llevo el coche a granada?... ¿grúa?... ¿asistencia en carretera?... ¿seguro? ¡Bingo¡ ¡yo también tengo un seguro! Voy a llamar.

La asunción del caos como situación habitual, te dota de un agradecimiento por anticipado de todo. Un descolgar el teléfono, un; si la póliza es correcta, si; está al corriente, si; se pondrán en contacto con usted. Es como un bálsamo como un paraíso, un fluir. Señorita tengo que decirle que ha nevado mucho,que el acceso es dificultoso, y que es a Granada donde tengo que ir. Si, no se preocupe el chico de la grúa la llamará en cuanto abran las carreteras y puedan viajar a Granada. ¿Síííííííí?, ¡aún no lo puedo creer!

Si, me llamó el chico de la grúa, y nos ha traído a Granada a 1871 DZP y a mí cómo a dos reyes. Rafa el mecánico , me ha acogido con severidad. Hay que cambiar las ruedas. El coche no estará preparado hasta mediados de semana. Y pensando en irme en autobús al Pozo, mi madre ya ha puesto a mi disposición su coche.

Quiero proclamar al mundo que soy una persona afortunada, a pesar de que me quejo incesantemente.

Mañana Dios dirá. Os contaré las conversaciones surrealistas mantenidas en los respectivos trayectos con Agustín el taxista y el chico de la grúa, que no he conseguido averiguar su nombre.

Aclaraciones:
-Agustín a pesar de ser el taxista del pueblo, nunca tuvo ninguna intención de cobrarme.
-Cuando me despedí de él, le dí dos besos y le dije; gracias a tí he vuelto a confiar en la bondad humana.
-Cuando aprenda a subir imagenes de la web os ilustraré más.
-En cuanto a la música disfrutamos de un monográfico de Luz Casal que me emociona.

miércoles, 6 de enero de 2010

Y ahora ¿qué?, ¿cuaresma?


Bueno, pues ya han venido los reyes, que ¿qué me han traído?

Me han traído serenidad y una claridad meridiana de no participación en los eventos sociales, sin importarme lo más mínimo parecer rara. La hipotecosis que padezco me ha obligado a guardar reposo, y decir NO a todo. Gracias al cielo, he podido disfrutar de este reposo en mi propia casa, con mi hija, rodeada de mis cosas y del ambiente que yo creo. Y Dios sabe que es bueno.

¡Ahora se impone la acción!

Vuelta al trabajo, espero que la serenidad recibida como regalo se extienda también al ámbito laboral y consiga hacer lo que tengo que hacer; bien hecho. Y que me permita afrontar con éxito los retos enquistados desde hace mucho tiempo.

Otra cosa que me han traído los reyes es agradecimiento a mis amigos, que aunque siento a pocos, sé que tengo muchos, y los pocos que siento, se desviven por mí, se alegran de mis alegrías y sufren con mi sufrimiento, están siempre a mi lado, soportan mis excentricidades y mi arrogancia. Saben sacar lo mejor de mí y hacen todo lo que está en su mano para hacerme feliz. Gracias y mil veces gracias. Vosotros hacéis que empiece a reconocer el AMOR.

Hoy y en adelante tengo muchas cosa que hacer, y por el momento se interrumpe esta agradable costumbre de levantarme prepararme un café y escribir al mundo a la espera de ver latir miles de corazones. Pero volveré…

¡Ah! Polo la peli aunque sencilla, es muy tierna y evidencia como la presunción de un estatus mejor nos impide disfrutar de la calidez humana. Los humanos somos buenos por naturaleza y si nos dejamos querer; somos muy queridos (sin coste).

(la foto se titula; ella en casa de nenita preparando, por motivos técnicos no he podido poner otra más actualizada)
Muchos, muchos besos a todooooooooos,
¡lo he pasado muy bien! vamos a por el año DIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ
Polo y los/as que no tenéis seudónimo ¡Escuchadla, es muy boniiiiiiiiiiita (jajajaja) y es para vosotros/as!.

domingo, 3 de enero de 2010

Día tercero del año diez del segundo milenio


¿Qué por qué pongo la fecha así?

Para hacer referencia al año DIEZ como lo más de lo más, la nota más alta, lo mejor. Y que sirva subliminalmente de calificativo para lo que suceda en el transcurso de sus días.

Hoy tengo otra efemérides bastante importante. Hace 24 años que nació mi nenita. Mi nenita fue un bebé. En esos días apenas podíamos separarnos, éramos un apósito una de la otra.

De cómo ha ido evolucionando su independencia; primero física. Después ética.
Con una intención de honestidad total por mi parte, aún a riesgo de resultar excéntrica para el entorno próximo, para el sistema e incluso para ella, (ya que me pedía instrucciones concretas para la vida y yo no se las daba). No había instrucciones concretas, no había dogmas, ni tradiciones añejas que cumplir, había que crearlo todo. Lo que suponía abrir un abanico de posibilidades que ella tendría que descubrir, conocer y elegir, siempre contando con mi consejo y experiencia ¡claro está! pero sin intervenir. Así intenté mostrarle la parte menos amable de la LIBERTAD; condición indispensable, desde mi punto de vista, para una vida plena y que no es fácil de gestionar.

Para llevar a cabo esta empresa, necesitábamos las dos mucho conocimiento de todo; las matemáticas nos permitían entrenar la mente para un buen razonamiento, la lengua nos daba una herramienta para comprender y hacernos comprender… de esta manera le dimos sentido al arduo trabajo del estudio. ¡Merecía la pena!

Ya en este camino fuimos observando como a medida que se ampliaba nuestro conocimiento, nuestra capacidad de percepción era mayor y que había muchas cosas a nuestro alrededor que nos producían placer, fue entonces cuando tomamos posesión de la BELLEZA. Y desde entonces nos acompaña y rodea.

Un momento especialmente significativo fue cuando descubrió la Filosofía. Doy gracias al cielo porque le tocó un profesor que supo transmitirle la trascendencia de esta disciplina. Manteníamos largas e interesantes conversaciones sobre Platón, Sócrates, Descartes o Nieztzsche.

Y de esta manera empezó a encauzarse su independencia ética y moral.

Ahora estamos a punto de culminar una vertiente definitiva en la consecución de la independencia total. La económica. Mi nenita está acabando la carrera. Y pronto se enfrentará al mundo profesional. Y aquí estaré, ¡de esto si que sé, esta es mi especialidad!

Y esto que os he contado y que no es más que la experiencia de la maternidad, es sin duda lo más apasionante entrañable y divertido que me está pasando en la vida. Tengo que decir que he tenido mucha suerte. Mercedes es ya una mujer única.

¡Feliz Cumpleaños mi vida!

(Ahora andamos buscando el AMOR)

sábado, 2 de enero de 2010

Día segundo del año diez del segundo milenio después de cristo

Hoy no puedo empezar sin hacer referencia a la efemérides; La toma de granada. En este momento se fraguó en mi queridísima tierra ese carácter gris, retraído, cicatero y mordazmente sarcástico (esto puede resultar una redundancia, pero os aseguro que cabe) que nos caracteriza a mis paisanos y a mí personalmente. Este compendio de características se resume en lo siguiente; mala follá. No, no debéis escandalizaros, la expresión viene de foliada, que a su vez viene de folio y es consecuencia de la lamentable frecuencia con la que se estropeaba la producción en las imprentas granadinas.

Llegan los castellanos católicos - ¡Dios que pereza! - después de diez años de asedio, 1482 – 1492 (iba a decir a perturbar la paz, pero tampoco es tan cierto, ya que el reino Nazarí andaba también revuelto) No obstante Granada, capital de Al-Ándalus era un Estado próspero y culto, y el hecho de que coexistieran las tres religiones monoteístas denotaba un aceptable nivel de respeto y libertad.

Boabdil se rindió.Tuvo que entregar las llaves del reino. Firmó un pacto; Las capitulaciones de Granada en el que se garantizaba el respeto a posesiones y cultos. No se cumplió. Boabdil lloró. El esplendor de granada murió. Pero nos dejaste, la Alhambra, y el Generalife, la Madraza y el Corral del Carbón, la Alcazaba y el Albayzín. Y de eso, querido Boabdil, seguimos comiendo. Bueno en honor a la verdad tengo que decir que el Carolo V en 1531, puso un poco de orden y concierto en la situación de caos que provocaron los reyes católicos; fundó la Universidad de Granada y esto también nos da vidilla.

Bueno, a pesar de la catástrofe que supuso la conquista de granada por los reyes católicos cada año y desde entonces; ¡se celebra! ¡Madre mía!, en mi infancia era una tradición ir al ayuntamiento para ver como el edil más joven del consistorio tremolaba el pendón desde el balcón del Ayuntamiento a la vez que pronunciaba un llamamiento por triplicado a los granadinos para vitorear a los reyes católicos y al hecho de la unificación de españa. Después ya en la madurez y gracias a la democracia he podido ver como este hecho se rectificaba, ¡no por Dio!, no se puede vitorear un genocidio de judíos moros y gitanos. ¡Ya no se celebra más!, ¡no hay nada que celebrar!, un día de luto es lo que merece esta efemérides.

Pero la derechona granadina asociada siempre con la iglesia, insiste en esta conmemoración, (ahora ilegal) y da susto, si los vierais; ataviados con sus camisas azules sus boinas rojas sus abrigos de pieles y en general con las vestimentas más añejas, cantando el cara al sol...(a mí me asustan) También aparecen los radicales, los skinger (no sé si se pone así) Y hacen alearde de ostencaión y poderío (la verdad que cada vez menos).

En los últimos tiempos (ya acabo), y como por casualidad, nos damos cita también de una forma discreta y humilde; los marroquíes, senegaleses, nigerianos, gitanos, rumanos, y todos los que comprendemos que el mundo y la vida es de todos y para todos. Y no creáis, poco a poco va teniendo su efecto.


Graaaaaanaaaaaaaaaadaaaaaaaaaaa