Oh!, pues llevas razón, fíjate que no había reparado yo en ese detalle; si, el fuego es el elemento que nutre de poder y de fuerza, yo siempre ando con velas e inciensos, y ahora me enfrento a la toma de contacto con la fuerza en términos absolutos, de ahí el aislamiento (confortable), de ahí la lucha con encender ese fuego, y de mantenerlo, y hacerlo de manera ordenada y homogenea, de ahí tantos momentos de observación de las llamas, de la ascuas, de los troncos. Para estar cerca de la fuerza, es preciso renunciar a toda atención a aspectos externos, no son importantes, es preciso buscar la manera de que el fuego no se apague, y a la vez que no te queme. Solo que te caliente. Pero hay que atenderlo muy de cerca, hay que pensar mucho sobre el, y sus "por qués". Curiosamente es frecuente comentar con los compañeros que tienen chimenea las visicitudes de la búsqueda del fuego, y del placer que produce tenerlo cerca y mantenerlo, esas tardes en la montaña... esas puestas de sol... buscando y encontrando el fuego, en soledad, buscando y encontrando la paz, aunque a veces no seas consciente de lo que tienes.
Definitivamente le quito el adjetivo canalla a mi estupenda chimenea.
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1 comentario:
Marianma: que tus chimeneas sigan ardiendo muncho y calentándonos como siempre pero un poquito más.
Alégranos el viaje con una nueva entrada.
Besos y buen año.
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