De como ser feliz con poco

Granada, mi casa, mi hija, música y un poco de paz.

El destino

Mi Graná de mi alma desde la Alhambra

Vuelta a la misma de siempre, de qué hablo, sobre qué escribo, más que tener algo importante que decir lo que echo de menos es jugar con el lenguaje, expresar cualquier tontería con cierta soltura a través del castellano antiguo. ¿He puesto antiguo? no, no; castellano actualizado en andaluz con guiños en catalán. ¡Ja!, me encanta.


He conocido a un filósofo-metapoeta-bohemio que se asombra de poder hablar del universo, de la vida, del amor sin haber leído a Aristóteles, Freud, Einstein, Kant o Platón..
¿De qué te asombras corazón?
Hablas de lo que eres.
La poesía te brinda el medio para reconocerte integrante de un todo. Te expresas con con tristeza porque no lo entiendes, pero lo sientes.
No quedaba otra que conocernos, aunque yo no soy poeta, veo lo que tú, piso tan profundo como tú y estando en la misma habitación; no hacen falta palabras.
Esto que te digo tú ya lo sabes.

Todos los besos de hoy son para tí.

¡Adiós al annus horribilis, hola al annus benevolus!

El año pasado iba a ser el año de los años y ¡por Dios bendito!, que lo ha sido. Yo creo que peor no pueden ponerse las cosas, aunque quién sabe... No obstante con el optimismo que me caracteriza; decreto para mí, los míos y para todo el que se quiera apuntar, alegría, prosperidad, salud, afecto y mucha sensatez.

Con el tiempo y con la madurez que te aporta el medio siglo, cada vez tengo menos necesidad de expresar. Mas bien tengo pulsiones silenciosas de observación y reflexión, por lo tanto tengo pocas cosas que deciros, solo que tengáis paciencia que todo llega. Que penséis siempre en quiénes lo pueden estar pasando peor; que los hay. Que agradezcamos lo que tenemos y que sigamos adelante.

Besicos