Otra vez vuelvo a la montaña, no; os lo digo para que veais la pertinaz monotonía de mi existencia, y digo yo... ¿Para que vengo?... ¡Ah si!, para disfrutar del confort de mi caldera, para qué voy si parece estar mas claro... para trabajar. Una vez aclarado este punto existencial, prometo no hablaros mucho más de la chimenea canalla, o como mucho os diré que tambien paso grandes momentos mirando el fuego y reorganizndo los troncos, para conseguir una llama centradita y homogenea, pero ya está.
Ahora me gustaría hacer una declaraión solemne de buenas intenciones y mejores deseos para vosotros; mis queridos y pacientes amigos y para el resto de la humanidad. Una decclaración que trascienda los indefinidos limites de la navidad. A ver, a ver...
"Desde lo más profuno y limpio de mi persona, desde ese sitio en el que todos somos Uno, quiero que llegue ya mismo el momento en el que nos reconozcamos, y que el estatus que prevalezca sea el de la alegría, la paz, la armonía, la belleza... el amor, donde no hay pena, ni miseria, ni sufrimiento, ni enfermedad. Si, os estoy hablando desde el Cielo que está dentro de mi, que ni si quiera yo conozco, pero que se que está, y que como se que es lo mejor que tengo, dispongo de El para compartirlo con vosotros".
Os quiero mucho. Besitos
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1 comentario:
Esto de ‘reorganizar los troncos’ me suena muy transcendente. El objetivo de conseguir una llama ‘centradita y homogénea’ es fundamental en muchos sentidos.
Por tanto, considero necesario, Marianma, que continúes con informaciones sobre tu chimenea canalla.
A riesgo de parecer lo que uno no es, recuerdo: "El Reino de Dios está en cada uno de vosotros". Y creo que en un poema de Blas de Otero se dice: "El cielo y el infierno / está aquí".
Sí, vamos a ver si escribimos más despacico y no nos bailan las letras por muy divertidas que estén en tu precioso blog. ¡Que son piezas literairaaaaaaaas!
Tu Polo te quiere.
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